Los factores de riesgo para la enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 5 millones de estadounidenses no están todos en el cerebro. Y un nuevo informe de la Enfermedad de Alzheimer Internacional pone de relieve la conexión entre la enfermedad de la enfermedad del cerebro y el corazón, dice Heather Snyder, PhD, director de operaciones médicas y científicas de la Asociación de Alzheimer. En el informe, la presión arterial, la diabetes y el tabaquismo se destacan como factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer y la demencia, que golpean mujeres mucho más que los hombres. Hay otras pruebas de que la obesidad y el sedentarismo pueden desempeñar un papel.
Mucha gente ve la enfermedad de Alzheimer como una enfermedad sobre la cual no tienen ningún control. Pero mientras que factores como la edad y la genética contribuyen a su desarrollo, los datos más recientes indican que otros factores, que pueden ser modificados, también pueden ser importantes. Por ejemplo, la hipertensión en la mediana edad puede aumentar el riesgo de demencia, y entre mediados y finales de la vida de la diabetes también está asociada con un mayor riesgo para todo tipo de demencia. Tanto se puede evitar con los cambios en el estilo de vida y, si es necesario, los medicamentos.
"La mejor evidencia en este momento para el estilo de vida que pueden reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y otras demencias es para la actividad física regular en combinación con el estímulo social y mental, y dejar de fumar", dijo María Carrillo, Asociación de Alzheimer vicepresidente de relaciones médicas y científicas, en un comunicado. "Otros aspectos de estilo de vida que pueden contribuir a un envejecimiento saludable del cerebro están comiendo una dieta saludable para el cerebro, ser mentalmente activo, y se dedican socialmente."
Y más investigación puede probable identificar otros factores de riesgo también. "Es una enfermedad compleja", dice Snyder. "Es la sexta causa de muerte y la única causa de la muerte [para que] actualmente no tenemos una manera de detener o ralentizar su progresión." La comprensión de las conexiones de Alzheimer a condiciones como enfermedades del corazón podría ser un primer paso para abordar esa brecha
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