miércoles, 17 de febrero de 2016

Una hormona de grasa aumenta el riesgo de Alzheimer en las mujeres

Investigadores hallaron que el exceso de peso podría ser un factor importante en el aumento de las probabilidades de padecer demencia

Que las personas estén acostumbradas a hacer tres comidas y consigan los nutrientes que necesitan (...) puede ser vital para su salud mental

La adiponectina, producida por las células grasas, protege contra la diabetes pero aumenta el riesgo de demencia 
(CNN) — Algunos factores de riesgo para padecer demencia, como envejecer y tener antecedentes familiares, no se pueden prevenir, pero un nuevo estudio demuestra que las hormonas producidas por el exceso de peso en el centro del cuerpo pueden ser otro factor de riesgo, especialmente para las mujeres.
Una mayor presencia de la hormona adiponectina puede aumentar el riesgo de pérdida de la función cerebral y de padecer Alzheimer, según un informe publicado este lunes en Archives of Neurology.
De acuerdo con el World Alzheimer's Reeport  actualmente 36 millones de personas en todo el mundo están afectadas por la demencia, y se espera que el número se duplique en los próximos 20 años. El Alzheimer es la forma más común de demencia; afecta a 80% de los ancianos y según la Alzheimer's Association dos tercios de los pacientes son mujeres.
La adiponectina es una hormona producida por las células de grasa que ayuda a regular el metabolismo y la respuesta del cuerpo a la insulina. Está demostrado que los mayores niveles de adiponectina ayudan a reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, los autores encontraron que las mujeres mayores que habían desarrollado demencia también tenían niveles más altos de esta hormona.
El médico Ernst Schaefer, director del Laboratorio de Metabolismo de Lípidos de la Universidad Tufts, y uno de los autores del estudio, quedó sorprendido por los hallazgos. "Esperábamos que la adiponectina protegiera contra la demencia, y resultó ser todo lo contrario".
Los niveles elevados de adiponectina aumentaron la probabilidad de desarrollar demencia en 60%, y de desarrollar enfermedad de Alzheimer en 90% en las personas estudiadas, de acuerdo con el estudio.
Los autores del análisis dieron seguimiento a 841 hombres y mujeres que formaban parte de la generación original de los pacientes incluidos en el famoso Framingham Heart Study (Estudio del Corazón de Framingham). Ese estudio comenzó con el seguimiento de más de 5,000 pacientes en 1948 para tener una mejor idea de los factores que producían la enfermedad cardiovascular.
Aunque el Framingham Heart Study inicialmente tenía un número similar de participantes hombres y mujeres, para cuando los pacientes fueron analizados para el estudio de la demencia, a partir de finales de 1980, la mayoría de los pacientes que aún vivían eran mujeres.
De las 541 mujeres que fueron seguidas para observar la demencia durante los siguientes 13 años, 159 desarrollaron algún tipo de demencia, incluyendo 125 casos de Alzheimer. Además de la adiponectina, el estudio también dio seguimiento a los niveles de homocisteína y glucosa.
Schaefer sugirió que este estudio de demencia podría indicar una conexión entre la nutrición y la demencia. Se encontró que los niveles de adiponectina estaban inversamente correlacionados al índice de masa corporal o IMC. Se encontró que las mujeres mayores con un índice de masa corporal mayor, tenían niveles más bajos de adiponectina, y menores tasas de demencia.
Aunque Schaefer mencionó que estos factores probablemente también aplicaban para los hombres, dijo que, por desgracia, los números no estaban allí para apoyar esta teoría, debido al bajo número de hombres que sigue participando en el estudio.
Dijo que para las mujeres mayores de 60 años "posiblemente no sea algo bueno ser muy delgadas". Pero tener sobrepeso puede conducir a otras enfermedades como diabetes y enfermedades del corazón. A medida que las personas envejecen, Schaefer dice que la nutrición debería ser una gran preocupación.
"Tenemos que asegurarnos de que las personas estén acostumbradas a hacer tres comidas y consigan los nutrientes que necesitan. Puede ser vital para su salud mental".
por Nadia Kounang 
fuente mexico.cnn.com

Una nueva prueba permitirá diagnosticar Alzheimer en etapas tempranas

(CNN) — Los científicos están descubriendo más pistas para determinar si las personas con síntomas de demencia leve corren riesgo de padecer Alzheimer.
Un nuevo estudio sugiere que los biomarcadores que se encuentran en el líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea a la médula espinal y al cerebro y actúa como un colchón de protección) pueden predecir quién desarrollará Alzheimer en el 90% de los casos de pacientes con deterioro cognitivo leve, una afección que se caracteriza por problemas de memoria medibles.
Los investigadores reportaron estos hallazgos en la revista Archives of General Psychiatry.

Los pacientes fueron monitoreados durante un periodo de cuatro a 12 años, con una mediana de 9.2 años, en el seguimiento clínico más largo realizado entre pacientes que comienzan a mostrar deterioro cognitivo leve, informaron los investigadores.
Saber cuál paciente con deterioro cognitivo leve llegará a desarrollar Alzheimer es una información vital para los investigadores que buscan tratamientos para esta fatal enfermedad cerebral. El pensamiento actual es que las intervenciones serán más eficaces cuando se administren a un paciente lo más pronto posible, dijo Brickman.

Los ensayos clínicos podrán enfocar mejor sus esfuerzos si se sabe cuáles pacientes están en las primeras etapas del Alzheimer. Por lo general, entre el 30% y el 60% de los pacientes con deterioro cognitivo leve muestran síntomas subyacentes de la enfermedad de Alzheimer, así que no todas las personas con esta condición son candidatas adecuadas para la prueba clínica de Alzheimer.

Los investigadores se enfocaron en dos marcadores biológicos que de manera previa se consideraban implicados en la enfermedad de Alzheimer: un tipo de proteína llamada beta-amiloide, y otra llamada tau. Los expertos creen que una disminución de la beta-amiloide en el líquido de la médula espinal está asociada con una acumulación tóxica de la proteína en el cerebro, lo que provoca la formación de placas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.

La proteína tau ha estado ligada a ovillos neurofibrilares en el cerebro; los investigadores han encontrado que un aumento de la tau en el líquido cefalorraquídeo también está asociado con la enfermedad de Alzheimer.
Algunos de los participantes, quienes fueron hallados originalmente estables con deterioro cognitivo leve después de cinco años, procedieron a desarrollar la enfermedad de Alzheimer durante el seguimiento más largo. 

Esto sugiere que un periodo de seguimiento de cinco años no es suficiente para determinar qué tan bien los biomarcadores pueden predecir cuáles pacientes desarrollarán la enfermedad de Alzheimer, dijeron los investigadores.

La asociación entre los biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo y la enfermedad de Alzheimer fue descrita también en estudios en diciembre de 2009 y agosto de 2010, basándose en la idea de que una punción lumbar puede ser útil en la predicción de la enfermedad de Alzheimer.

Cuando este tipo de estudios se publican, Brickman y otros médicos reciben llamadas de adultos mayores preguntando si deberían someterse a una punción lumbar para evaluar su riesgo. Pero es demasiado pronto para usar esto como una herramienta de diagnóstico en la práctica clínica, dice Brickman. Se espera que en el futuro las personas asintomáticas puedan hacerse una prueba de biomarcadores para determinar si algún día padecerán Alzheimer, pero eso no es posible en estos momentos, añade.

“Lo que yo digo a la gente es: Si estás preocupado acerca de tu capacidad de pensamiento, debes hacer una cita con un neuropsicólogo o un neurólogo para recibir una evaluación. La forma de diagnosticar la enfermedad de Alzheimer es evaluar el comportamiento y el perfil médico de factores de riesgo, no observando los marcadores biológicos en este momento”, dijo Brinkman.

A medida que los científicos consiguen una visión más clara sobre la predicción de la enfermedad de Alzheimer, los adultos mayores podrían tener problemas con la cuestión de si quieren saber su riesgo, sobre todo porque todavía no hay cura. Algunas personas quieren inscribirse en los ensayos clínicos tan pronto como comienzan a mostrar síntomas, mientras que otros prefieren ignorar su estado debido a que no hay cura. Sin embargo, en la búsqueda de tratamientos, los investigadores dependen de la voluntad de las personas para contribuir a la ciencia.

fuente 
cnnespanol.cnn.com

El pescado y las vitaminas protegen contra el Alzheimer


¿Puede la alimentación ayudarnos a prevenir algunas enfermedades neurodegenerativas? Sí. 
Según un artículo publicado recientemente en la revista especializada Neurology, una dieta rica en pescado y en vitaminas puede proteger al cerebro de la contracción asociada con la enfermedad del Alzheimer.

El estudio se realizó sobre personas de una edad de media de 87 años en las que contabilizaron los niveles de determinados nutrientes mediante análisis de sangre. Según los datos, las personas que tenían mayores cantidades de vitaminas y ácidos grasos omega 3 -presentes principalmente en el pescado- obtenían mayores puntuaciones en las pruebas de memoria y de habilidades cognitivas realizadas. Por el contrario, las personas que obtuvieron los peores resultados eran aquellas con altos índices de grasas trans en la sangre, que se asocian a dietas donde abunda la comida rápida, fritos, congelados y productos de repostería. Estas personas son más propensas a sufrir las reducciones en el volumen cerebral relacionadas con la enfermedad del Alzheimer.

Este estudio ha sido el primero en usar biomarcadores de nutrientes en la sangre para analizar los efectos de la dieta sobre el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas. Además, los autores incorporaron otras variables como la edad, la presión arterial o el número de años de educación, que resultaron ser también determinantes en las habilidades mentales de los participantes
por Victoria Gonzalez
fuente muyinteresante.es

11 palabras para entender qué es el Alzheime


A los familiares les resultará útil informarse acerca de la enfermedad y su evolución, aprender estrategias para resolver los problemas que se van planteando. De esta forma aumenta su sentido de la competencia y su capacidad para controlar la situación. A continuación, les propongo un pequeño glosario de términos relacionados con el Alzheimer y la demencia.
1. NEURONA: es la célula fundamental que compone el sistema nervioso. Su función consiste en trasmitir impulsos nerviosos.
2. NEUROTRASMISOR: es una sustancia química que trasmite la información a las distintas zonas del sistema nervioso. Ejerce control sobre las neuronas.
3. ACETILCOLINA: es un neurotrasmisor que regula la capacidad para grabar una información, archivarla y recuperarla en el momento en que nos hace falta. Cuando el sistema que regula la actilcolina se ve afectado, aparecen problemas de memoria. En la demencia de Alzheimer se da un déficit de este neurotrasmisor.
4. SINAPSIS QUÍMICA: las neuronas están separadas por un espacio y es a través de los neurotrasmisores como una neurona se comunica con otra y puede conducir el mensaje neuronal. El lugar donde dos neuronas  tienen una comunicación interneuronal funcional se llama sinapsis.
5. DELIRIO: idea falsa, absurda e irracional que el individuo tiene de sí mismo o de su entorno. No se puede rebatir con argumentaciones lógicas ya que para el enfermo estas ideas son completamente ciertas.
6. SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO. Se caracteriza por la lentitud, bajo nivel de alerta, desorientación y tendencia al sueño.
7. DESORIENTACIÓN: deterioro de la conciencia del tiempo, del lugar y de la posición del enfermo respecto a otras personas.
8. ALUCINACIÓN: es una percepción sensorial falsa ya que no existe un estímulo externo real. Las alucinaciones pueden ser visuales, auditivas, táctiles, olfativas y gustativas.
9. LÓBULO FRONTAL: algunas de sus funciones son el control de impulsos, juicio, lenguaje, memoria funcional (nos permite trabajar y también consta de los  recuerdos a corto plazo), socialización, etc.
10. AGNOSIA: es la incapacidad de reconocer estímulos aprendidos previamente o de aprender nuevos sin que haya un déficit sensorial, ni intelectual.
11. ANSIEDAD: es un sentimiento de miedo, desasosiego, preocupación por causas que no siempre se conocen. Suele acompañarse de síntomas físicos como taquicardia, respiración acelerada, mareos, dolor de cabeza, etc.
Escrito por:
Marga Nieto
Psicóloga especializada en Geriatría
fuente Infoelder.com

glosario de palabras para entender el Alzheimer,

Marga Nieto  nos explica 10 palabras importantes para comprender las dificultades que tienen que afrontar las personas enfermas y sus familiares cuidadores.
APRAXIA: consiste en la incapacidad de realizar un gesto motriz simple a pesar de conservar la fuerza y la coordinación suficientes.
APRAXIA DEL VESTIRSE: incapacidad para vestirse y desnudarse correctamente.
PARAFASIA: sustitución de una palabra por otra que tiene una similitud fonética o semántica. Ejemplo: en lugar de decir calcetines el paciente dice pies.
ILUSIÓN: falsa percepción debida a la interpretación equivocada de un estímulo sensorial.
ANOMIA: dificultad para recordar el nombre de las cosas.
SOMNOLENCIA: estado intermedio entre el sueño y la vigilia en que la persona no ha perdido del todo la consciencia.
REGRESIÓN: mecanismo de defensa que se caracteriza por el regreso a un estadio anterior del desarrollo psicológico alcanzado por la persona, debido al descontento o la falta de satisfacciones.
AGITACIÓN: malestar acompañado de tensión, inquietud y ansiedad, en que el paciente aumenta su actividad.
AFASIA: dificultad o incapacidad para comunicarse por alteraciones de la comprensión o la expresión.
APATÍA: se caracteriza por la falta de interés por las actividades de la vida diaria y por la falta de emociones.
Escrito por:
Marga Nieto
Psicóloga especializada en Geriatría
fuente Infoelder

Alzheimer: afrontando el diagnóstico

Afrontar el diagnóstico del Alzheimer en el entorno familiar es posiblemente el primer y más importante paso para sobrellevar con respeto esta dura enfermedad. 

La Psicóloga Cristina Cuando hablamos de Alzheimer  parece que cualquier persona tiene una idea de lo que supone este diagnóstico, pero no es sino cuando tenemos que afrontarlo que nos damos cuenta del significado de esta palabra.
Para las familias que se encuentran en esta situación, su primera reacción suele ser la desolación, pasando a tener sentimientos de injusticia por la vida que les ha tocado vivir. Aceptar este diagnóstico puede convertirse en un duro camino.
La forma en la cual la persona afronta la enfermedad marca de una manera significativa, el día a día, tanto en la vida del propio enfermo como en la del cuidador del enfermo de alzheimer. Un mal afrontamiento puede favorecer sentimientos de tristeza, nerviosismo, ansiedad o insomnio, pasando en muchas ocasiones por los malos tratos.
Cuando nos encontramos ante el diagnóstico de esta enfermedad, tanto la propia persona como sus familiares, suelen pasar por cuatro fases completamente normales hasta llegar a aceptar esta nueva situación en su vida, a saber:
1. Negación del problema. El pensar que no es posible, que ha habido un error, nos ayuda a controlar la ansiedad que puede aparecer. Es nuestra forma de “mantener a raya” los miedos. Se evita hablar de ello, así como del deterioro del familiar, pensando que es “algo temporal” o “siempre ha sido muy despistado”. Esta fase, normalmente, es temporal.
2. Sentimientos de enfado. A medida que el cuidador va aceptando la nueva realidad en la que vive, es muy común que aparezcan sentimientos de rabia y malestar por la “injusticia” que supone la nueva situación en la que se hallan inmersos y que condiciona en mayor o menor medida la dinámica familiar. Además, los cuidadores comienzan a buscar información para aprender lo máximo posible, sus causas, cómo evoluciona, recursos asistenciales, problemas de comportamiento,… Lo más recomendable en esta fase es “darse cuenta” de estos sentimientos de ira y poder expresarlos, ya que, es una emoción muy intensa que termina agotando a la persona que lo sufre y a los que le rodean.
3. Depresión. Es totalmente normal tener síntomas de depresión, tales como problemas para dormir, pérdida de apetito, ansiedad, pérdida de energía, aumento de peso, autoabandono (dejar de lado nuestro cuidado personal en todos los ámbitos)… Ésto nos debilita en todos los sentidos. Los sentimientos de enfado, pueden continuar, dejando paso a sentimientos de “pérdida” de un cónyuge, padre o madre. A su vez, la persona comienza a reorganizar su vida, intentando llevarla de forma más normal, aceptando cada vez más estos cambios.

4. Resolución. En esta fase, hay un aumento importante en la capacidad de manejar los sentimientos anteriores de ira y depresión, con una nueva adaptación, que no todos los cuidadores o pacientes llegan a alcanzar. En esta fase, sigue habiendo sentimientos de pena y tristeza, pero en este momento somos más capaces de afrontarlos y expresarlos de una manera adecuada y beneficiosa. Es importante reconocer estos sentimientos cuando aparecen y aceptarlos como algo natural, pero también es importante superarlos.  Es un periodo de adaptación y ajuste a la nueva situación que, en no todos los casos, sigue las fases anteriores y varían o se solapan unas con otras según la persona.
Antes de aprender a enfrentarnos a esta enfermedad, es necesario aceptarla. El Alzheimer es un camino a recorrer en la vida que una vez llega al final, seguramente no sea igual a cuando comenzó. Y para ti ¿qué significa la palabra “Alzheimer”?

Escrito 
Cristina Pérez Simón
fuente blog infoelder.com

Con los ancianos se estrechan lazos a través de la música, lo cual es un vínculo que perdura en el tiempo y que no entiende ni de memoria, ni está supeditado a la investigación o al apoyo financiero para lograr avances que atenúen los efectos de la que ya es la “pandemia” del siglo XXI.
Cantar aquellas canciones que los abuelos conocen porque eran típicas de su época, pero que han quedado dormidas en algún rincón de su débil memoria a consecuencia de esta enfermedad degenerativa es maravilloso.
por ejemplo canciones como (bésame mucho, quiéreme mucho, como me besabas tu), sirven de excusa para poner en alerta su cerebro, subir la autoestima y activar la relación entre el enfermo, familiar o cuidador. 
Es  emocionante cuando  un anciano, que ha estado  callado se pone a cantar interactúando con los que le rodean, Eso es  no tiene precio.
Las canciones no son  al azar, sino  que se seleccionan aquellas muy   conocidas por el que padece este mal,  es muy terapéutico ademas  para que  ejerciten los mecanismos de la memoria.  La terapia de canto puede complementarse con el baile aun con los que apenas puedan moverse.  
La musicoterapia es “trasversal”, pues  sirve para evocar  palabras y  activar la atención. Algunos   incapaces de formar frases, cantando le salen las letras de la melodía. 
Un  beneficio del canto  es que nos permite relacionarnos  pues  según avanzan  son incapaces de sostener una conversión. 
Esta enfermedad neurodegenerativa afecta al sistema cognitivo de las personas. Se caracteriza por la pérdida de capacidad intelectual, del lenguaje y la movilidad, aislando a quienes la sufren poco a poco del mundo que les rodea. Dicen los expertos,que  la música es una fuente de recuerdos y una alternativa  para que mediante el canto, los pacientes no pierdan la capacidad total del habla. 
La musicoterapia se aprovecha de esas melodías que todos recordamos para estimular la memoria, el beneficio es “inmediato” y  la persona que canta se desinhibe, aunque es imposible parar el avance del mal del Alzheimer  se procura proporcionarles  mejor calidad de vida. 
Oír cantar a nuestro pariente enfermo desata emociones, como me sucede a mi al oír a mi madre cantar.

raquel demorizi

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