domingo, 15 de julio de 2012

Dieta por Eduardo Angulo Pinedo

por Eduardo Angulo Pinedo
De siempre se ha sospechado que la dieta tiene un papel, más o menos importante, en la prevención y entre las causas del Alzheimer. Enfermedad temible e invalidante, la enfermedad de Alzheimer es ya una plaga en nuestra sociedad debido, sobre todo, al aumento en la esperanza de vida.

Cualquier aspecto relacionado con el síndrome merece la pena de ser estudiado a fondo, y la dieta es uno de ellos. Según Nikolaos Scarmeas  y su grupo, dela UniversidadColumbiade Nueva York, los estudios epidemiológicos sobre Alzheimer y dieta no llegan a conclusiones claras, quizá porque se refieren a grupos pequeños.

Ellos han estudiado esa relación en 2364 voluntarios, de ellos 1800 con envejecimiento normal y 564 con deterioro cognitivo leve al comienzo del estudio. Este deterioro cognitivo leve se considera un paso intermedio con un riesgo muy alto de terminar en Alzheimer. Los voluntarios tienen una edad media de 77 años y el 32% son hombres; el seguimiento se hace durante casi 5 años como media y va de1992 a1999.

Los autores definen la dieta mediterránea y, después de analizar los hábitos alimenticios de los voluntarios, llegan a la conclusión de que aquellos que se acercan más ella tienen un riesgo un 28% menor de contraer el deterioro cognitivo leve y, entre los que ya lo padecían al comenzar el seguimiento, el riesgo de desarrollar Alzheimer disminuye un 48%. Al terminar el estudio 109 voluntarios tenían Alzheimer.

La dieta mediterránea que los autores utilizan como modelo es la habitual: pescado, verduras, legumbres, frutas, cereales y ácidos grasos insaturados, sobre todo como aceite de oliva, y pocos lácteos, carne y ácidos grasos saturados, además de un consumo moderado de alcohol, más como vino que como cerveza o bebidas de alta graduación. Para conocer cuánto se acercan los voluntarios a esta dieta mediterránea modelo, los investigadores utilizan un cuestionario con más de 100 preguntas.
En nuestra cultura, la cuestión del vino es importante.

Lo consumimos habitualmente y, si tiene alguna relación con el Alzheimer, sería bueno estudiarla. Edward Neafsey y Michael Collins, dela UniversidadLoyolade Chicago, han hecho un meta-análisis (revisión de artículos ya publicados) de 143 trabajos sobre la relación entre el consumo moderado de alcohol (vino, cerveza y bebidas de más graduación) y varias formas de demencia, entre ellas el Alzheimer. En total, los 143 trabajos, publicados entre 1977 y 2010, siguen el consumo de alcohol y la demencia en casi 400000 personas de 19 países.

En general, los grandes bebedores tienen mayor riesgo de contraer cualquier tipo de demencia que los que beben poco o los abstemios, que no tienen diferencias en el riesgo. Algunos trabajos, no todos, demuestran que el vino reduce el riesgo de demencia, lo que no es tan evidente con la cerveza o las bebidas de más graduación, pero siempre dentro de un consumo moderado, con máximo de tres vasos al día. El efecto del vino sobre el riesgo de Alzheimer se debe estudiar más en profundidad y en poblaciones más extensas, aunque las perspectivas parecen buenas.

*Neafsey, E.J. & M.A. Collins. 2011. Moderate alcohol consumption and cognitive risk. Neuropsychiatric Disease and Treatment 7: 465-484.
*Scarmeas, N. y 5 colaboradores. 2009. Mediterranean diet and mild cognitive impairment. Archives of Neurology 66: 216-225.

fuente
http://blogs.elcorreo.com/labiologiaestupenda/2011/12/07/dieta/

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