Con los ancianos se estrechan lazos a través de la música, lo cual es un vínculo que perdura en el tiempo y que no entiende ni de memoria, ni está supeditado a la investigación o al apoyo financiero para lograr avances que atenúen los efectos de la que ya es la “pandemia” del siglo XXI.
Cantar aquellas canciones que los abuelos conocen porque eran típicas de su época, pero que han quedado dormidas en algún rincón de su débil memoria a consecuencia de esta enfermedad degenerativa es maravilloso.
por ejemplo canciones como (bésame mucho, quiéreme mucho, como me besabas tu), sirven de excusa para poner en alerta su cerebro, subir la autoestima y activar la relación entre el enfermo, familiar o cuidador.
Es emocionante cuando un anciano, que ha estado callado se pone a cantar interactúando con los que le rodean, Eso es no tiene precio.
Las canciones no son al azar, sino que se seleccionan aquellas muy conocidas por el que padece este mal, es muy terapéutico ademas para que ejerciten los mecanismos de la memoria. La terapia de canto puede complementarse con el baile aun con los que apenas puedan moverse.
La musicoterapia es “trasversal”, pues sirve para evocar palabras y activar la atención. Algunos incapaces de formar frases, cantando le salen las letras de la melodía.
Un beneficio del canto es que nos permite relacionarnos pues según avanzan son incapaces de sostener una conversión.
Esta enfermedad neurodegenerativa afecta al sistema cognitivo de las personas. Se caracteriza por la pérdida de capacidad intelectual, del lenguaje y la movilidad, aislando a quienes la sufren poco a poco del mundo que les rodea. Dicen los expertos,que la música es una fuente de recuerdos y una alternativa para que mediante el canto, los pacientes no pierdan la capacidad total del habla.
La musicoterapia se aprovecha de esas melodías que todos recordamos para estimular la memoria, el beneficio es “inmediato” y la persona que canta se desinhibe, aunque es imposible parar el avance del mal del Alzheimer se procura proporcionarles mejor calidad de vida.
Oír cantar a nuestro pariente enfermo desata emociones, como me sucede a mi al oír a mi madre cantar.
raquel demorizi
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